Bolsos de la Semana de la Moda: Louis Vuitton
En un espectáculo con un número tan asombroso de hermosos bolsos, apenas sé por dónde empezar. ¿Quién hubiera pensado después del desastre de la borla tribal de la temporada pasada que Marc Jacobs encontraría una colección tan femenina, bonita y funcional de bolsos en Louis Vuitton? Hubiera sido el último en adivinarlo; de hecho, le comenté a un amigo la semana pasada que apenas estaba ansioso por el programa de Vuitton.
Pero ese es el genio de Marc Jacobs. Justo cuando piensas que lo tienes vinculado, cuando crees que sabes lo que va a hacer y cómo te sentirás al respecto, se desvía en la dirección opuesta a toda velocidad y te da la última cosa alguna vez podrías haber pensado que se te ocurriría.
Esta temporada, nos llevó directamente a la Francia de la década de 1940, con tweeds hasta el té, cinturas a medida y dirndls que abrazan el seno. La mirada me recordó a las chicas de granja francesas en la secuencia de apertura de Inglourious Basterds, pero con un toque parisino indudablemente de alta gama. Era una colección hermosa, hecha solo mucho más hermosa por las congelinas y las congelaciones de bolsos gloriosamente detallados, generalmente forjados en cada material que uno podía imaginar: cocodrilo, avestruz, cuero, pelaje, encaje, satén, cuentas, lo que sea. Casi todas las bolsas se jugaban en forma rápida estándar, con algunas pulseras arrojadas por si acaso. Muchos fanáticos de Vuitton han estado lamentando la pérdida de una cierta cantidad de tradición de la casa de moda de Staid: para esos clientes, esta colección es una foto de sol directamente desde el cielo de los bolsos.
Fotos por medio de Style.com.